MANOLO BLAHNIK
Hijo de padre checo y de madre canaria, nació en la isla de La Palma y creció entre las plantaciones de plataneros propiedad de sus padres.
En 1970 se instaló en Londres, donde logró trabajo como fotógrafo en el Sunday Times. Se introdujo rápidamente en el mundo de la moda y ya en 1973 abrió su primera tienda de calzado en el propio Londres.
En 2012 había realizado ya más de 25.000 pares diferentes de zapatos conocidos popularmente por Manolos. Perfeccionista compulsivo, todavía sigue buscando un modelo perfecto; sus creaciones tardan meses en realizarse y originan listas de espera, puesto que sólo se confeccionan 80 pares de zapatos al día.
Él es el único que dibuja sus esbozos, los esculpe a mano en madera de arce y los pinta y recorta personalmente. Una vez realizado el prototipo, los envía a Italia -cuna de los zapateros más expertos del mundo- para que superen más de 50 procesos de producción. No sigue las tendencias: crea prendas que sobrepasan el concepto de moda para convertirse en obras de arte; su innovación se debe a la mezcla de estilos y referencias artísticas del pasado. Colores preciosos, texturas, tejidos y formas que hacen experimentar la misma sensación que si contemplaras un cuadro, y cierta teatralidad en cada detalle, incluidos los nombres con los que bautiza sus creaciones, son su sello característico.
En 2017, a raíz del 45 aniversario de la marca, se organizó la muestra Manolo Blahnik: el arte del zapato, con una selección de más de 200 zapatos y 80 dibujos originales. Tras pasar por Milán, San Petersburgo y Praga, estuvo en el Museo Nacional de Artes Decorativas de Madrid del 28 de noviembre de 2017 (75 aniversario del diseñador) hasta el 8 de marzo de 2018, y más tarde en Toronto.
En 2017 se estrenó un documental titulado Manolo: The Boy Who Made Shoes for Lizards, que les presentamos, dedicado a su trayectoria profesional.